lunes, 29 de noviembre de 2010

CUATRO VERSOS




Nunca cierra la puerta…

Cuando el viento acuna el quicio,

la madera crujiente

le da conversación.

domingo, 21 de noviembre de 2010

LLUVIA DE HAIKUS






Rompo el papel.

Todavía no es tiempo

de hojas muertas.






Miraba el sol,

caramelo de miel

de otro otoño.







Arrastra los pies,

llevando tras de sí

recuerdos secos.







No llega Agosto.

El sol pende de un hilo.

Busca su lugar…







Chisporrotea

en la nube de azúcar

otra tormenta.









viernes, 29 de octubre de 2010

DESIERTO I






Las espinas se secan alrededor de la mesa…

Un soplo ardiente alza una servilleta
que cae temblando entre los silencios que,
frente a frente, se miran sin verse.

Rosas del desierto ruedan entre las mesas,
enredándose en los pies de los beduinos
con pajarita,
que las apartan a patadas.

El oasis de una bandeja de aluminio
refleja un sol halógeno.

Las dos cabezas ciegas
siguen ahí:

Ante su oasis seco de café negro
y palmera.

El desierto vertical se alza
como un muro ondulante y traslúcido.

Un simún ácido de tabacos
forma remolinos de serrín que se apila
en las esquinas.

Las palabras arañan,
se enganchan en la laringe.

No hay agua que las ayude a avanzar.

Ella escruta nerviosa el plano
de la carta de cócteles
con la esperanza de descifrar las claves
que la guíen a la salida.

Pero cuando alza la vista,
los ojos del lagarto
repiten:

“ESTA USTED AQUÍ”.











domingo, 20 de junio de 2010

EL AIRE





Cierro lo ojos
y aspiro.

Aire de caramelo,
de vainilla blanda,
me punza los lagrimales.

El aire ondula entre las cañas
que tamborilean,
mientras las ranas,
nota arriba,
nota abajo,
dibujan su verde pentagrama.

El limo finge dureza
y la orilla se teje de berros
mientras laten las chicharras.

Un zig-zag de libélulas
corta el aire caliente.

Mientras el sol se ubica
en la vertical del estanque
todo se amortigua
como envuelto en algodones.

El aire se entinta de azules,
y fogonazos minúsculos
rebotan contra la superficie inmóvil.

Se hace esperar la tarde fresca
que no llega
y la hora vertical
se estira como una goma,
cruje, caliente…
hasta que se rompe
cuando la tarde irrumpe
de la mano del primer grillo.


domingo, 6 de junio de 2010

PAN DE AYER





Ayer era tierno.

Ayer era suave
y crujía cuando lo tocaba
exhalando el fresco aroma
de lo nuevo,
tibio al tacto.

Dejaba adherido a mis dedos
el rastro blanquecino
de lo nunca tocado.

Hoy, la superficie rugosa
se hunde, pesada,
arrastrada por la masa gomosa
que mira con indiferencia
el moteado verde que la invade.

A menos de un milímetro
de mis dedos húmedos,
laten trazos de harina fresca
que quieren esconderse
en el laberinto circular
de mis huellas,
dibujando espirales
que se disuelven en cada poro.

Soplo,
pero nada vuela.

Y con remoto aroma
a migas aún ligeras
se evapora el recuerdo
(miga, corteza, manos, labios…)
del beso de ayer.


domingo, 30 de mayo de 2010

ALGO




La luz languidece largamente
lamiendo la tensa lámina
que no deja escapar
ni un hilo de sol.

La luna empuja.

La luna nueva
teje un traje
de flecos rojos
que deja caer gimiendo
sobre el espejismo.

Algo,

bajo el líquido lustre
emerge.

Algo
ruge bajo el afilado
vértice de la luna.

Algo

gime con líquida laringe

que jadea hilos de hielo

que deshiela olas líquidas

de lava que resbala

hacia el margen lejano de la vida

que late,

abajo,

más abajo,

tan abajo

que jamás las espinas
de luz deshilachada
podrán clavarse en sus cuencas
de ojos huidos
que imaginan ejes
de espirales imposibles.

Algo
gime
bajo
la
agonía
vegetal
de la
hojarasca.


domingo, 25 de abril de 2010

ULTIMA NOCHE



El olor a fango
asciende tan rápido
por mi nariz
que mis pulmones se cierran.

Toso
y una nausea
se asoma.

Respiro
y trato de acostumbrarme
a la oscuridad
a la humedad
al aire tibio,
tan tibio
que casi hace volver
otra nausea.

Tiro de mi pierna derecha
y mi pie se despega del suelo
simulando una sorda explosión.

Al apoyarlo
un poco más adelante
el sustrato sisea viscoso.

Despegando un pie tras otro
tejo una cadena
de pasos burbujeantes,
deslizantes…

El suelo inseguro
acompaña mi caminar
con chasquidos y borboteos
que recuerdan
seres que se arrastran.

Aprieto los dientes
y me niego a dejarme llevar
por el pánico.

Es la última noche.

La última noche de miedo,
la última de mentiras,
de gritos,
de asco.

La última noche
que sabe a sangre,
que sueño con vértigo,
que siento el fuego,
que huele a azufre,
a ceniza,
a dolor…

Mi última noche oscura.

Mi última noche sola.

El filo del amanecer
corta la noche
como una cuchilla.

Y atravieso el cristal azul
de la mañana
mientras la noche
se desangra.


miércoles, 31 de marzo de 2010

LAS PALABRAS ME HIEREN O ME SALVAN







Escucho
el goteo rítmico de palabras
que, en su vaivén,
me mecen y me arropan,
Suaves, pausadas,
se deslizan por mis oídos
con un suave cosquilleo,
hasta que me voy quedando
dormida…

Bruscamente
me despierta el estampido
del torrente de palabras
al romper la barrera del sonido.
Avalancha impetuosa,
sin orden,
sin ritmo,
sólo estrépito resquebrajado
que huye
dejando tras sí
el zumbido oscuro
del vacío.

Poco a poco,
el tic-tac de las palabras
vuelve a llenar el aire.
Palabras dulces,
tiernas,
acompasadas,
marcan el paso
impalpable
de un nuevo sueño,
y con cadencia de latido
me voy sumergiendo,
nuevamente,
en otro sueño.

Dulces sueños,
si tus palabras quieren.

Si tus palabras lo eligen,
pesadillas.

Sílabas como olas
salpican signos de puntuación
en cada esquina de mi vida,
mientras mantengo el equilibrio
con los ojos fijos
en la telaraña que forman
las palabras que pronuncias.



sábado, 20 de marzo de 2010

GEOGRAFIA Y GEOMETRIA




Late
bajo una lluvia de alas de escarabajo.

Fluye
y cambia de forma.

Roza
el fino tapiz de musgo,
y se deja humedecer.

Dos gotas de lluvia
brotan a su lado
y lo salpican,
pero no logran
encontrar su entrada.

No hay diagonales,
ni tangentes,
solo líneas curvas, que
vuelta tras vuelta,
ascienden hacia la cima
para luego dejarse caer
hasta el vértice inferior.

Despliego el plano,
y miles de líneas rectas
se enredan ante mis ojos.

Busco el rincón
de los amores pasados…

Solía estar abajo,
a la izquierda…

Pero la hiedra
crece hacia el norte
y borra el camino.

Mientras un gorrión me sonríe,
llueven hilos de telaraña,
y yo,
con el dedo en el mapa,
vuelvo al Sur,
hacia donde cae la luz,
vuelvo al Sur,
desde donde todo fluye,
donde el vértice del corazón,
se inclina hacia un lado,
como escuchando atentamente…

Y le hablo,
le hablo de rincones olvidados,
de planos del tesoro,
de mariposas imposibles,
de alas de escarabajo,
que, cortadas en primavera,
llueven
sobre los corazones solitarios.



martes, 23 de febrero de 2010

LA VIDA EN UN VERSO





Corro con los ojos cerrados.

Mil espigas
se arremolinan a mi alrededor
y deletrean sílabas doradas.

La estela de tu cuerpo
abre surcos,
tumba tallos,
que, al desplomarse,
componen nuevos versos.

Te sigo.

Cierro los ojos
y te sigo,
poniendo cada pie
exactamente
donde has dejado cada verso.


sábado, 13 de febrero de 2010

EL SAPO Y SU FLAUTA




Es un susurro lejano,
como el viento entre las ramas…

pero va adquiriendo
cadencia de latido…

Oscila, es ronco,
para,
y vuelve a empezar.

Sopla, gime,
va y viene…
cada vez más hondo,
hasta que se siente en el diafragma
como un tambor gigante.

Sopla
como el fuelle de una fragua.

Silba
como la llama de un incendio.

Rechina
como la llave de un baúl.

Jadea en cada golpe,
gime en cada pausa,
cruje en cada empuje…

Rompe la calma del bosque…

Más rápido,
más áspero,
mas ronco…

Las cañas del estanque
vibran como flautas.

El ojo fijo del sapo
sigue el vuelo de las libélulas.

Pero no bailan su baile.

Y se queda solo.

Solo,
con su flauta.

domingo, 17 de enero de 2010

NOVILUNIO




La bóveda negra
se va salpicando
de blanco corrosivo.

Un incendio
en una esquina
se consume a sí mismo,
sin dejar escapar
ni una gota de luz.

Cuchillos en el cielo
perforan heridas heladas
por donde escapan las tinieblas.

Solo dos lágrimas
recuerdan
dónde estaba la luna.