domingo, 17 de enero de 2010

NOVILUNIO




La bóveda negra
se va salpicando
de blanco corrosivo.

Un incendio
en una esquina
se consume a sí mismo,
sin dejar escapar
ni una gota de luz.

Cuchillos en el cielo
perforan heridas heladas
por donde escapan las tinieblas.

Solo dos lágrimas
recuerdan
dónde estaba la luna.