viernes, 20 de noviembre de 2009

UN LUGAR LLAMADO OTOÑO




El espejo del suelo
refleja el plomo.

Un disco rojo de cobre
tiembla.

Hilachas de algodón
vuelan altas.

Camino.

Cae una hoja
y se pega ante mí.

La salto.

Pero otra se me cruza.

Al lado,
otra.

La evito
mientras ya otra me corta el paso.

Van cayendo,
una a una,
dos a dos…

Camino en zig-zag
entre el traje de hojas
que va vistiendo mi camino.

Mientras veo
como se monta el puzzle.

El suelo aún brilla.

Quedan trozos de sol mate
y chispas de charcos fugaces.

Pero caen más hojas.

A mi alrededor,
solo madera vieja.

Bajo mis pies,
hojas.

El otoño
con manos de sastre
desnuda los viejos árboles
y juega con sus retales.

Cose un “patchwork”
para arropar la tierra.

Mientras la madera tiembla,
las hojas sueñan,
y los dedos del sastre
completan su trabajo,
parche a parche,
puntada a puntada.

La Tierra,
arropada,
duerme.


viernes, 13 de noviembre de 2009

PALABRAS PEQUEÑITAS



Luces verdes
iluminan bosques diminutos.

Luciérnagas
que revolotean entre las palabras.

Palabras breves,
de una sola sílaba,
que se desperezan deslumbradas,
y ruedan perezosas sobre los tréboles.

Solo basta alargar la mano
para coger la que necesitas:

Sed,………………………..

……sal,…………………..

………..mar,………………

…………….. luz,………….

…………………..paz……..

Pequeñas,…………………..
…………..redondas,………..
………………… brillantes…

La luz verde
indica que están libres.

Y vuelan,
cada una iluminada por su luciérnaga,
entre el bosque de palabras pequeñitas,
para dejarse atrapar
por quien busca la palabra.