
Paso la mano por el papel.
Lo toco,
lo acaricio,
lo huelo.
Siento su color.
Amarillo.
Levemente rugoso,
suave
y áspero a trozos.
Lo arrugo,
lo desarrugo.
Huele a tinta.
Lo extiendo
y vuelvo a acariciarlo.
Las arrugas,
casi aristas,
se elevan
y caen.
Rozo la hoja.
Cruje,
suspira,
susurra.
La arrugo
y la desarrugo
hasta que se vuelve blanda,
suave,
casi pastosa.
Huele a sudor,
a piel,
a tiempo.
Cabe en un puño
apretado,
todo el torrente de palabras
que jamás leeré.
5 comentarios:
En un puño cabe casi todo lo esencial...
Consejo: Vuelve a leerlo, seguro que no te gusta...jajaja
Qué alegría volver a leerte. Te prodigas demasiado poco, pero cuando lo haces, lo bordas.
Magnificas lo más cotidiano: esa hoja de papel escrita, en la que las palabras permanecen aunque la arrugues y desarrugues.
De tu mano salen, sin duda, lindas mariposas de colores que volarán por todos los mundos de la poesía.
Un poema escrito con la sensibilidad de los grandes.
Besos
TIENE MUCHO RITMO, ADEMÁS TE IMAGINO LEYENDO CON ESE LEER TAN PARTICULAR TUYO A BORBOTONES, ME GUSTA MUCHO SOBRE TODO EL FINAL PRECIOSO.
Mª Jesús, me quedo anonadado por lo fácil que te resulta transmitirnos con tan pocas palabras, lo que quieres, lo que sientes, en este caso ante una simple hoja de papel...
Te lo agradezco, pero a mí me has dejado sin palabras...
Jesús
Cabe en un puño apretado... ése recorrido hac emos más o menos para escribir un poema. Me gustó mucho la metáfora.
un beso
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