
Camino hacia el fondo.
Estrecho,
incómodo…
incómodo…
Asientos rotos,
olor a tabaco viejo,
papeles,
calor…
olor a tabaco viejo,
papeles,
calor…
Las casas pasan veloces,
y no nos ven.
y no nos ven.
Calor,
olor agrio,
humedad…
olor agrio,
humedad…
Y luz.
Demasiada luz.
Un chicle,
y una peseta.
Y se apaga la luz.
y una peseta.
Y se apaga la luz.
En penumbra,
el día se queda en Oviedo
y nos traemos la noche
con nosotros.
el día se queda en Oviedo
y nos traemos la noche
con nosotros.
La noche viaja en ALSA
y Gijón aún está lejos.
y Gijón aún está lejos.

6 comentarios:
Un maravilloso viaje !!!
parecido a los de los años 50.
Escrito con tu maestría
hasta parece bonito.
Besos
Precioso viaje retrocediendo en el tiempo. Tengo entendido que en Asturias, el autobús se llama ALSA, y será debido al "cuasi" monopolio de dicha empresa de transporte de viajeros. ¿Estoy en lo cierto?
Un abrazo
Jesús
Precioso recuerdo, ese autobús, el chicle bazoka, la peseta, el camino hacia lo desconocido, la parte de atrás...Ha rodado el alsa un poquito: amanece en Gijón; en Oviedo, otra vez la niebla...
Besos
oiga, por qué viajabas en los asientos de atrás,
yo eso lo hacía en el cine, humedad sabor a besos de aprendiz, menos mal que la noche era de gijón...ay las noches de gijon
las casas no nos ven, bueno...
Qué sabor de despedida más triste, como son todas las despedidas. Este describe un tiempo (de "asientos rotos, olor a tabaco viejo,papeles,calor, demasiada luz...Gijón aún está lejos") que tenemos muy vivo en la memoria. Precioso poema.
Que pases un feliz verano. Un beso
Como en casi todos tus poemas surge ese bombardeo de imágenes preciosas y precisas que trasladan a quien te lee a esos retales de la vida que pintas.
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