domingo, 26 de febrero de 2012

LUZ ANTIGUA




“¿No es valiente
ese rayito de luz
tras la tormenta?”

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La esquina parpadea
tras la tormenta.

Salen caracoles turbios
que taconean la acera de charol.

Sacan brillo al borde de la sima
donde clavan sus uñas
los solitarios.

El faro rojo
tiembla de frío,
mientras se yergue
valiente.

Revolotean las promesas rotas
entre las lágrimas...

Una mano piadosa
acaricia un gemido.


6 comentarios:

escuchando palabras dijo...

ese rayito de luz sabe correr riesgos...bellisima poesia, besos

Candi dijo...

La esquina parpadeante y el faro temblando de frío.
Qué bonito poema.
Besos

E. Martí dijo...

qué linda la luz de la tormenta!!! Cómo llueven perlas de luz sobre las esquinas de los corazones solitarios... mientras la candela ilumina el silencio
Precioso
Besos

Kova d Onga dijo...

me entusiasman esos caracoles turbios con su taconeo...

Jesús Sevillano dijo...

Casi siempre hay "una mano piadosa que acaricia un gemido"...
Me ha gustado Mª Jesús
Un abrazo

gaia56 dijo...

¡Cuanta vida nos da la tormenta!
y a mi también los caracoles taconeando las aceras de charol me entusiasman.
Un beso.

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