
La mano impresa
en el barro
deja una huella
y otra
y otra más.
Repta.
Se arrastra,
y se pone en pie.
Mira atrás
y su vista vuela
sobre el pantano.
El olor aún lo impregna
todo.
Los pies
logran despegarse del fango.
Un paso,
otro más.
El limo
se traga los últimos restos
del naufragio.
Los digiere,
los tritura,
mientras
el zumbido
penetrante
cada vez se oye menos.
Otro paso
y siente la hierba
bajo sus pies.
Respira,
y hay aire!
Abre los brazos
y no mira atrás…

4 comentarios:
Salir de lo que atrapa hacia la libertad... Me encanta! !Cuánto tiempo!!
Besos
Por más que nos enfanguemos siempre podemos salir a flote.
Precioso poema que no ha hecho esperar meses.
Un beso
Avanti, viento en popa a toda vela...
Precioso y pura purita energía positiva
Besines
¿Por qué nos haces esperar tanto Mª Jesús? Con ese ritmo, y energía positiva, nos trasmites vida, optimismo, ganas de seguir adelante...Muchas gracias y un abrazo
Jesús
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